Ya dije que a Niza la incluí entre mis ciudades preferidas para vivir (o haber vivido), junto a Valencia, Sidney y Haifa. Vuelvo a aclarar por las preguntas que me ha hecho por interno, que no las escojo porque tienen buenos centros históricos, o buenas playas y bahías, o arquitectura futurista, o por ser limpias o bien diseñadas, o con mucho arte en el mobiliario urbano. O quizás por todo eso o buena parte. Pero la verdad es por lo que me provocan, lo que me hacen sentir. Quizás no puedan competir con París, Londres, Nueva York, Madrid, Roma, Barcelona, Lisboa, Singapur, Jerusalem, Buenos Aires, etc. en muchos aspectos, pero para mí, poseen una magia especial que me enamoran. Aquí termino el tercer post dedicado a Niza, con varias de las fotos de las cientos que saqué.

Como no tengo tiempo de subir bien las fotos, con la información necesaria y como son tantas, iré fragmentando las que saqué en la ciudad de Niza. Adelanto que de todo este recorrido, es la ciudad francesa que más me ha impresionado. Pensé que era Marsella, pero Niza le ganó. Ya la incorporé al selecto grupo de mis ciudades favoritas donde viviría feliz. Ellas son Sidney en Australia, Valencia en España y Haifa en Israel (clasificación basada solo en mi gusto personal). En este primer grupito de fotos, solo están las que tiré en una sola cuadra (calle), donde había un hotel, una iglesia y una tienda de chocolate y golosinas que me dejaron loco.

La ciudad de Tolón, la más occidental de la Costa Azul francesa. Linda, ordenada, limpia. Bahía, balneario, puerto. Pequeño casco histórico, con una catedral con fachada que no representa lo bello de su interior. Ricos crepes, como nos tiene acostumbrado este país. Saqué muchas más fotos, pero por incompetencia técnica hice desaparecer la mayoría en las profundidades insondables de mi laptop.